jueves, 16 de febrero de 2017

Psicología: personas tóxicas (crítica)

"Los libros de autoayuda no funcionan porque el autoengaño funciona perfectamente" - José Manuel García Montes.


Voy a ser claro desde un primer momento: no he leído el libro. Ni "Gente tóxica" ni su secuela de original título "Más gente tóxica". No es por nada, es que prefiero gastarme el dinero en otros libros. Ni en el de Bernardo Stamateas ni en el de Lillian Glass. No sé quién de los dos lo inventó pero bueno, poco importa. Así que voy a hablar sin demasiado conocimiento del libro como tal, pero sí he leído sin embargo todo el eco que se le ha hecho en una cantidad inconmensurable de blogs. Bueno, supongo que no necesito presentar la teoría de la gente tóxica. Durante un tiempo (y aún hoy) ha sido uno de los mayores best sellers de autoayuda disponibles en el mercado y su teoría, al ser tan sumamente fácil y simple, ha estado en boca de todos en un momento u otro.
Y es que lo que se pone de moda tiende a ser lo sencillo de entender, lo reduccionista. Esto no quiere decir que sea necesariamente mejor o peor. Sólo lo dejo en el aire. Esta teoría nos dice que hay una serie de personas que son tóxicas (están bien clasificadas taxonómicamente según sea la conducta negativa que resulta tóxica para nosotros) y si queremos que nuestra vida vaya mejor, lo que debemos hacer es identificarlas y alejarnos de ellas

Bien, para empezar, lanzo una pregunta:
¿No resulta vanidoso comprar este libro? Quiero decir, conociendo la premisa anterior, al comprar el libro significa que estás dando por hecho que las personas "tóxicas" son las demás, no tú. La persona que compra este libro porque necesita "ayuda", la necesitará porque nota en sí algún tipo de malestar. Conociendo esta teoría, me pregunto ¿No se habrá parado antes a analizar si la persona desagradable es él o ella, y su patrón de conducta molesta a los demás y hace que o bien se alejen, o bien sean algo cabrones con él? O quizá sea una persona falta de habilidades asertivas y otra persona que no es "tóxica" con los demás, por una cuestión de intereses se vuelve "tóxica" con él porque simplemente ve que no hará nada para remediarlo y puede aprovecharse. O sencillamente eres igual que la otra persona, pero tenéis intereses opuestos. Bueno, a esto iré más adelante. Sólo quería dejar esa pregunta también en el aire, no soy yo quien debe contestarla. 

Bien, si algo hace bien esta teoría es etiquetar. Es como un DSM, pero mucho más genérico. Y nos encanta etiquetar. Por tanto, si algo no hace esta teoría es beneficiar a las personas tóxicas. Eso es bueno ¿No? Son tóxicas, que se jodan. ¡Que no sean tan tóxicas! Pero claro, el problema que tenemos las personas buenas y maravillosas que no somos tóxicas es que generalizamos mucho, sin darnos cuenta y de manera natural. Por tanto, al final lo que hacemos es etiquetar como tóxica a una persona por el simple hecho de que es distinta a nosotros o sencillamente porque nos cae mal. La teoría nos enseña a categorizar, y es tan satisfactorio señalar a alguien con el dedo y decirnos "esa persona es tóxica y yo no" que cualquier pequeña seña nos basta de excusa para hacerlo. Y es que esta teoría pretende reducir la compleja globalidad holística de un ser humano a una conducta concreta. El envidioso, el criticón, el autoritario, el manipulador, el pesimista, el neurótico... porque hacen tal o cual cosa, y ya está, que le den al contexto y a todos sus demás rasgos.   

¿Acaso no tenemos cada uno rasgos como ésos en según qué situaciones? Pues cuidado, que no se te escape ninguno en ningún momento, porque alguien podría identificarte y poner la voz de alarma: ahora eres una persona tóxica. Y entonces pueden pasar muchas cosas. Las menos evidentes al ojo inexperto: la profecía autocumplida y la confirmación del estereotipo. No voy a entrar en esos conceptos, pero una cosa que podemos notar en las personas en las que hemos calificado como tóxicas es que si, en lugar de ser asertivos con ellas nos limitamos a alejarnos, esa persona no aprenderá nada y su patrón de conducta negativa se acentuará por mucho motivos distintos según la persona y su historia personal. Si actuaba de esa manera porque no le gustan los demás, al ver que han conseguido el efecto deseado esto les reforzará y su conducta se acentuará. Si lo hacen precisamente por una falta de habilidades sociales, problemas de dependencia o apego, etc, el alejarnos simplemente no le enseñará nada nuevo y con la próxima persona que conozca utilizará su repertorio de conducta de manera más potente aún, porque cree que le funciona, para retener a los demás. Y ni que decir tiene que nuestra habilidad para generalizar y etiquetar a alguien a la primera de cambio puede hacer que una persona que sólo tenga un pequeño problema de interacción social acabe señalado por todos y desarrollando así unos problemas mucho más acentuados. En fin, son sólo un par de ejemplos y hasta ahora todo ha sido para explicar en qué beneficia esta teoría a las personas calificadas como "tóxicas". Ya os digo que en nada, por si en algún momento os habéis perdido. 

Vamos ahora con la otra parte: ¿En qué beneficia a las personas que compran el libro y aprenden la teoría? La respuesta parece obvia: Aprenden a identificar a las personas tóxicas y a alejarse de ellas. ¿Beneficia esto? Sí, claro, pero sólo momentáneamente y a corto plazo
¿Realmente pensáis que es lo correcto enseñar a huir de un problema en lugar de enseñar a manejarlo? ¿No sería más provechoso, en lugar de enseñar a identificar una persona problemática para huir de ella, entrenar estrategias de afrontamiento y técnicas de regulación emocional?
Llamadme loco, pero me parece que esto no es lo que profesa esta teoría. Y no digamos ya de que no mencionan nada acerca de la importancia contextual. En realidad lo mencionan, pero de qué manera. He leído blogs que dicen cosas como "7 personas tóxicas que debes evitar en el trabajo". Ojo ¿eh? Porque en el trabajo puedes hacer todo lo que quieras. Y, por supuesto, evitar por completo a cualquier persona que en tu empleo tenga cualquier rasgo anteriormente mencionado no te va a obstaculizar para nada en el trabajo. 
Nótese la fina ironía. 

Evitar sistemáticamente una situación que valoramos como problemática por mecanismos de atribución nos llevará a problemas a largo plazo. Esto se llama, para quien le interese, evitación experiencial destructiva. Y es precisamente lo que enseña esta teoría, al menos, en sus blogs. Olvídate del contexto, olvídate de centrarte en lo que quieres conseguir a largo plazo. Identifica los problemas y HUYE de ellos. 
¿Para qué entrenar la asertividad y las habilidades de interacción social, o técnicas de autocontrol?
Esta teoría nos enseña a ser débiles, a no afrontar debidamente los problemas. Nos enseña que la solución es huir, y que funciona. Y efectivamente así es, porque en el momento en el que dejamos de tener a esa persona que nos molesta cerca nos sentimos mejor. Pero esto es sólo momentáneamente. ¿Por qué estabas antes con esa persona? ¿Qué había a su alrededor, qué era importante para ti? ¿No lo has perdido, no te has alejado también de eso? 

Como esto nos funciona, es fácil aplicar el mismo mecanismo con el resto de problemas. Así, aprendemos a alejarnos de las situaciones aversivas en lugar de afrontarlas, porque el libro nos ha mostrado que funciona. ¿Que la gente con la que me junto tiene defectos que me molestan? pues la próxima vez me voy a quedar en casa cuando me digan de salir. Anda, ha funcionado, he estado a gusto. La próxima vez probablemente repita. Pasará un mes,  dos meses... llamarás a tus amigos y serán ellos quienes no te vuelan a coger el teléfono. 
Otra situación: Tu jefe es una persona tóxica. Fácil, no vayas al trabajo. O intenta evitarlo cuando te llame. No te digo lo que pasará en un mes o dos. 
Otra: El médico me ha dicho que tengo el colesterol alto y que tengo que hacer ejercicio. Empiezo a correr, pero no lo hago adecuadamente y me siento mal. En lugar de probar a exigirme menos o algo, opto por quedarme en casa sentado y así evitaré ese malestar. Ya funcionará el danacol. 
Otra: Quiero sacarme un título, pero me da grima ponerme delante de los apuntes. Y no digamos ya de ir a clase. Ayer me quedé en casa jugando a la play y me lo pasé de puta madre. El día siguiente amanece y por un lado sopesas lo poco que te apetece ir a clase y, por otro, lo bien que te sentiste ayer faltando y jugando a la consola en su lugar...

Y así con cualquier cosa que se te ocurra: Evitar una experiencia negativa para sentirte bien ahora, a costa de perder cosas en el futuro. Falta de estrategias de afrontamiento y de autocontrol. De no identificar adecuadamente nuestro contexto y qué es relevante en él, no clarificar nuestros valores y no valorar las consecuencias a corto y a largo plazo de nuestras acciones. 

En definitiva, que este rollo de la gente tóxica supone un riesgo tanto para quien se aleja como para la persona de la que se aleja. Aprendemos a evitarlas y, como nos funciona, lo haremos con el resto de cosas aversivas. ¿Crees que no?
Bueno, si crees que no, no importa: el autor de "Gente tóxica" ya se ha ocupado de sacar otro libro titulado "Emociones tóxicas", para que aprendas a huir incluso de tus emociones, pasándose por... sus best sellers que las emociones no son malas en sí mismas, sino que lo que supone un problema es lo que hacemos con ellas... y precisamente cuando tendemos a tener un patrón regulación problemático es cuando identificamos a las emociones como malas per sé.